
Si hay daños estructurales, hay rompimientos y hay grietas.
Alguien con suficiente cualificación profesional no ha hecho correctamente su trabajo
Las grietas que usted tiene, no han salido por azar, no han aparecido por su mala suerte, o porque los albañiles no sabían trabar los ladrillos. El origen viene del Arquitecto, que no ha tenido en cuenta las recomendaciones del estudio geotécnico, O no ha hecho tal estudio. O lo ha despreciado. Los estudios geotécnicos por penetrómetros, analizan la capacidad portante (capacidad de resistir el peso) del terreno. Analizan cómo es el terreno de duro debajo de su casa.
¿Pero para que sirven? Sirven para recomendar al Arquitecto donde tiene que llegar en profundidad, para apoyarse; para que desde ese punto, se inicie la cimentación, y ésta descanse en terreno duro y no blando.
Para que lo entendamos: si la edificación, por su peso, extensión, magnitud o envergadura, etc, necesita, una resistencia por centímetro cuadrado, y el estudio recomienda -por ejemplo- que sólo a 2,8 metros de profundidad, el terreno resiste lo suficiente para “sostener su casa”, (a 1,5kp/cm2) pero la cimentación no se ha hecho a 2,8 metros de profundidad sino a 2 metros, -casi un metro menos-, que es donde se ha generado el origen del asentamiento, la cota de cimentación a la profundidad de 2 m, no tiene evidentemente la resistencia el terreno de 1,5kp/cm2. Como no se ha llegado a esa cota, el terreno en ese punto es débil, no ha resistido y se ha hundido.
Lo que ha ocurrido es que en la edificación, la cota de cimentación se ha llevado a cabo en una profundidad en la cual la resistencia era insuficiente, sin tener en cuenta las recomendaciones del estudio geotécnico, y se ha producido un asiento diferencial (quiere decir una bajada diferente de los otros puntos de apoyo) en la edificación, lo que ha produce importantes daños estructurales. Esto es un error de proyecto (que se debería haber modificado al detectar el suelo blando), debiéndose realizar las reparaciones lo más rápidamente posible, pues las lesiones van a ir en aumento en temporada de lluvias.
Si hay daños estructurales, hay rompimientos, y hay grietas. No ha sido la mala suerte; ni siquiera sólo culpa del promotor o constructor. Alguien con suficiente cualificación profesional que debería haberlo sabido, lo ha ignorado, y no ha hecho correctamente su trabajo. Ese es el máximo responsable.