Las grietas y los temidos asientos diferenciales en chalets aparecen con el cedimiento de la cimentación del edificio, por no alcanzar el firme apropiado en el plano de apoyo del cimento. El abombamiento del suelo o flechas inadmisibles en forjado aparecen por un incorrecto cálculo o ejecución de la armadura – con menos acero del debido- lo que se traduce en que el forjado trabaja por debajo de los límites de cálculo exigibles.
Decir que hubo una ejecución incorrecta de la estructura, cimentación, fábricas y forjados, es una generalidad, como decir que se murió de una parada cardio-respiratoria.
¿Pero por qué aparecieron las grietas?
La causa más abundante, suele ser el no haber alcanzado la cimentación un firme apropiado en todo el plano de apoyo.
Pues más importante que lo que luego diga el proyecto, es, que el arquitecto, en el momento de hacerse la excavación donde se va hacer la cimentación “vaya a ver el terreno”, sobre todo si se ha prescindido de un informe geotécnico. Si se deja solo al maquinista “que haga el agujero”, de acuerdo con lo marcado en el replanteo, hay muchas posibilidades de equivocarse. Afortunadamente los Arquitectos currantes-no genios, suelen ir, in situ a la obra, en tan importante y delicado momento. Y hoy, con la crisis en la construcción, además, tienen tiempo suficiente para “perderlo” en esos menesteres. Antes, con la locura especulativa y el boom de la construcción, muchos arquitectos, por falta de tiempo, no aparecían por la obra, salvo cuando había que dar retoques de su genialidad.
Si los arquitectos no van a la obra, o se confían en el tipo de terreno de los alrededores, ello puede desencadenar el cedimiento de la cimentación del edificio, pues no se ha alcanzado firme apropiado en todo el plano de apoyo del cimento. Y entonces aparecen los temidos asientos diferenciales, que rompen la casa.
En tiempos pasados de la locura y boom urbanístico, también se encargaban a las empresas de estructuras el cálculo de éstas, -que luego sólo visaba el arquitecto- o empresas técnicas, que utilizaban un “programilla de cálculo”, y estos, -y no el arquitecto- se encargaba de calcular la estructura, -no pasaba siempre-, pero en cuanto a los forjados, los defectos más frecuentes que aparecen, vienen como consecuencia de que las unidades de obra de hormigón no disponen de armadura correcta, -se les pone menos acero- y el forjado está trabajando por debajo de los límites de cálculo exigibles. Entonces aparecen abombamientos en el suelo, o flechas inadmisibles.